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Hoy en día todos hemos oído alguna vez la palabra Millenial, generalmente usada para
referirse a un joven adulto de forma despectiva. Se usa como sinónimo de
inmadurez, pedantería y de desconexión con la realidad entre otras cosas. Pero
hoy, y no solo porque yo también me encuadre entre los millenials, deseo comentar como esta generación está impulsando la
inclusión con una fuerza que a otras generaciones les cuesta comprender.
En primer lugar definamos a nuestro “sujeto”. Se utiliza el
termino Millenial para referirse a la
generación de personas nacidas aproximadamente entre 1980 y 1995 que alcanzaron
la madurez en los inicios de la era del internet. Se criaron en una era de
abundancia y crecimiento económico, pero entraron al mercado laboral durante la
crisis siendo conscientes de que tendrían peores trabajos y un nivel de vida
inferior al de sus padres. En parte gracias a esto, son más conscientes de los
problemas e injusticias sociales.
Las redes sociales están muy presentes en su vida y las usan
para informarse y opinar sobre la actualidad, productos, servicios, causas
sociales…
Esta nueva generación también es distinta para las personas
con diversidad. Si echamos un vistazo a estudios como el realizado por la
fundación adecco ( ESTUDIO ADECCO )vemos un cambio en la vida de estas personas. Gracias a vivir una era en la
que había cada vez más ayudas a la formación y el empleo, los millenials con diversidad están mucho más
integrados en la sociedad. Frente a la generación que nos precedió, vivimos en
mayor proporción de forma autónoma y tenemos estudios como FPs o Títulos
universitarios.
Esto se ve ayudado ahora todavía más, por el ascenso en poder
económico y social de nuestra generación. Los millenials están más comprometidos con las causas sociales,
apoyándolas sobre todo a través de medios como Facebook o Twitter. Aquí quiero detenerme
a aclarar un detalle: estas redes tienen un poder real. Una crítica clásica a
esta generación era su uso masivo de las redes sociales, lo que era visto como
algo infantil y no productivo por las generaciones anteriores. Me parece que
hoy ya hemos podido comprobar que un Tweet puede ser peor para una empresa que
cualquier demanda. Movimientos como el 15M que afectaron a la política española
o la primavera árabe son fruto de estas redes.
Debemos agradecer la existencia de nuevas políticas y
proyectos a las nuevas sensibilidades de esta generación. El haber vivido de
primera mano la crisis u eventos como el terrorismo o las crisis de refugiados,
hace que esta generación sea más sensibles a temas sociales y que exijan un
compromiso por parte de gobiernos y empresa. Un compromiso real y demostrable (más
fácil que nunca de comprobar gracias a la TIC). Es, de hecho, esta exigencia
por el cumplimiento de los objetivos éticos y sociales que las empresas y
políticos aseguran constantemente tener lo que da una imagen a esta generación
de “quejicas”. No me hace falta decir que en vez de ser algo criticable,
considero que es una responsabilidad ética para todos el no permitir que nadie utilice
de forma hipócrita ideales y después esté libre de cumplirlos. Gracias a este
mayor compromiso es por lo que, en parte, hemos visto tanto crecimientos en ayudas,
campañas de sensibilización, etc.
Así mismo, las personas con diversidad pueden expresarse como
nunca antes gracias a estos medios. No es casualidad el aumento de la
autorepresentación en los últimos años y que este coincida con que las nuevas
generaciones de gente con diversidad puedan hablar por si mismas en internet.
Como persona TEA concretamente he podido ver como Facebook o
el Whatsapp permiten a muchas personas hablar entre ellas de una forma que
antes en persona no hubiera sido posible.
Hay muchas cosas que mejorar aun, pero vivimos en un mundo
cada vez más unido donde el activismo y la autogestión son una realidad cada
vez más presente. Es mi labor, la del resto de millenials y la de las siguientes generaciones el conseguir que
este cambio cree un mundo más inclusivo para todos y todas.
DEDICADO A TODOS MIS COMPAÑEROS ASPIES MILLENIALS QUE LUCHAN POR LA INCLUSION...
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