lunes, 27 de noviembre de 2017

UNA VOZ SILENCIADA







Me gustaría utilizar esta entrada para denunciar algunos hechos que, por desgracia, tienen cada vez más cabida en nuestra sociedad. Este modelo de representación tiene su origen (nuevamente y en su mayoría) en el mundo del cine, la televisión y la literatura: Estamos hablando de



 UNA REPRESENTACIÓN FALSA DEL ACOSO ESCOLAR Y LOS QUE EN EL SE VEN IMPLICADOS.




El mundo de la diversidad es muy amplio y de la misma forma que hay distintos tipos de diversidad y diversas formas de trato y recepción de las mismas, también son diferentes las formas que tienen de verlo en cada país o en cada cultura. Es por ello que, uno de mis principales objetivos que tengo con este blog, es mostraros la visión que se tiene del TEA y de la diversidad en general, en otras formas menos típicas de consulta como puede ser el manga o el anime.



El principal motivo que mi impulsa a escribir este artículo es la película “Una voz silenciosa” de Naoko Yamada (basada en un manga del mismo nombre por Yoshitoki Oima), la cual vi motivada por el hecho de que la protagonista contaba con diversidad. Actualmente estoy intentando ver historias que traten sobre la diversidad en otros medios que no sean los clásicos cines y literatura más populares.



La historia se centra en Shouko, una chica con deficiencia auditiva y Shoya, un niño de su misma clase en la escuela. Cuando se conocen siendo niños Shoya, comienza a meterse con ella, seguido de sus compañeros de clase al poco tiempo, hasta que Shouko, víctima de maltrato físico y psicológico por parte de todos sus compañeros,  abandona la escuela. La acción salta entonces a varios años después centrándose en Shoya, quien, tras haber sido después acosado por sus compañeros, intenta reconciliarse con Shouko y lograr salir del aislamiento y la depresión.



Dejando a un lado mi opinión general de la película (una trama alargada demasiado y aburrida), encontré algo en ella que me molestó: a pesar de querer centrar parcialmente su trama en el acoso y los efectos que este puede tener sobre la persona, fallaba en ver de dónde sale el mismo y como funciona.



Al principio está bien representado, Shoya iniciando el acoso y el resto de la clase siguiéndolo. A diferencia de cómo ha sido representado en innumerables películas y series, el acoso no es perpetrado por uno o dos niños mientras el resto de la clase se aparta (no voy a incluir ejemplos, cualquiera puede pensar en uno de los INNUMERABLES que hay).



El acoso escolar depende de la complicidad e incluso la participación de los demás que siguen el juego de atacar al débil y al distinto. Si los demás compañeros no siguiesen a esos acosadores, esto no sería algo común y se le pondría solución de forma más rápida y sencilla.



Por desgracia, cualquier acoso depende de que el grupo (sea cual sea este) permita a personas atacar y humillar a otras, y por lo general, participa siguiendo los individuos una mentalidad de rebaño de atacar sin cuestionarse nada. Los demás individuos se justifican y dicen no ser los culpables. Pero se ríen de la víctima, cuchichean a sus espaldas o la someten pequeñas humillaciones. El “malo” ya lo hace. ¿Por qué yo no puedo hacerlo también?.



Por desgracia la película tira esta representación por la borda. Una vez que Shouko abandona la escuela toda la responsabilidad cae sobre Shoya. Es cierto que él empezó el ataque, pero fue ayudado de sus amigos y el resto de la clase no tardo en seguirle el juego y en acosar a la niña. Pero la película intenta hacer como que todo fue su culpa y termine esa escena asombrada al ver como habían ignorado todo lo que habían incluido en la película hasta ahora. Muchos de los compañeros del colegio reaparecerán más tarde, y en ningún momento se volverá a mencionar las cosas que ellos hicieron.



Y no solo eso, la propia película se vuelve a contradecir más tarde: Shouko y Shoya finalmente comienzan una amistad ya de adolescentes y en un determinado momento se reencuentran con una compañera del colegio llamada Naoko.



Lo primero que hace ella al ver a Shouko es quitarle el audífono (cosa que le provoca dolor y daños FÍSICOS) continuando con lo que hacía con ella en el colegio siguiendo a los demás.



Esa escena, cimentó mi opinión de que la película no estaba interesada realmente en el acoso de Shouko, sino en el viaje de Shoya para volver a confiar en la gente (viaje en el que nuevamente ignoran el acoso que en este caso el sufrió).



El acoso es una lacra de la sociedad a todos los niveles, no algo con lo que debamos jugar al hacer historias. El sufrimiento de las victimas es real y los efectos del mismo envenenan a todos los miembros de la sociedad al hacernos víctimas o animarnos a ser monstruos.



Tengo entendido que el manga original daba mucha más importancia al acoso y que el tratamiento del mismo era mucho mejor, mostrando los efectos en los protagonistas en detalle, pero, por desgracia, la obra no se ha editado en España y no he podido revisarla y solo cuento con la opinión de algunos blogs.



Como víctima de acoso durante años, una de las miles que ha habido, hay y seguirán habiendo sino cambiamos las cosas, pido a los creadores, directores y autores que por favor muestren con corrección este cáncer social.








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